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Displasia de Cadera

Categoría: Perros - Salud

La displasia de cadera es una enfermedad ósea de carácter hereditario, poligénica, pero no congénita, porque las caderas son normales al nacer pero hay un crecimiento desigual entre el sistema esquelético y el muscular en algunos animales.

Este crecimiento da lugar a que la cabeza femoral quede situada fuera del acetábulo dorsal y lateralmente, existiendo un retraso en el desarrollo de la masa muscular y un rápido crecimiento del esqueleto.

Para el diagnóstico es fundamental el estudio radiológico.

Introducción

También influyen en la enfermedad el peso del cuerpo de nuestro perro, el tipo de ejercicio y factores ambientales.

La pueden padecer todas las razas de perro, pero principalmente las de gran tamaño y las de tamaño medio y es poco frecuente en las razas de perro pequeñas.
Fue descrita en 1935 por Schenelle y etimológicamente deriva del griego dys (anormal) y plassein (forma).

Henricson en 1966 la define como un grado variable de laxitud de la articulación coxofemoral que permite una subluxación durante los primeros meses del animal, que da lugar a varios grados de escasa profundidad del acetábulo y aplanamiento de la cabeza femoral y todo ello conduce a una osteoartrosis como consecuencia de la incongruencia articular durante la primera etapa de la vida del cachorro. Esta incongruencia y consiguiente osteoartrosis puede ser influenciada por otros factores como el rápido crecimiento del cuerpo o el peso desmesurado del mismo que atrapa la cabeza femoral forzándola hacia abajo mientras los músculos tiran de la cabeza femoral hacia el acetábulo causando cargas diferentes sobre la anatomía articular.

Riser en 1973 dijo que si a un cachorro se le confinara en una jaula durante el desarrollo de la articulación de la cadera se le obligaría a sentarse sobre "sus grupas" y en esta posición se forzaría la cabeza femoral en el acetábulo mejorando la profundidad acetabular con una cabeza femoral formada con una situación similar a como se practica en los niños, pero esto no es posible en perros por ser poco práctica la colocación de tales posturas, ya que el perro desde su nacimiento carga peso sobre

las extremidades y sus articulaciones.

Por otra parte hay que considerar que el rápido crecimiento del cuerpo está influenciado por la genética y por la energía aportada por la dieta. Continuando con diversos factores que influyen sobre la displasia, hablaremos de la masa muscular y específicamente sobre el papel que desarrollan ciertos músculos en particular. El iliopsoas es uno de los músculos más poderosos del cuerpo canino y su papel ha sido descrito por Michele (1962) y Van Dyke (1987).

El músculo iliopsoas se inserta en la región lumbar y pélvica y por el otro extremo en el trocánter menor. Su alteración causa una presión sobre el fémur que obliga a la cabeza femoral a subluxarse al no ir paralelo su crecimiento con el del fémur. Por otra parte el músculo pectíneo que se origina en la pelvis y se inserta en la parte distal del fémur cuando sufre un acortamiento durante su crecimiento tira del fémur y junto con iliopsoas causa subluxación de la cabeza femoral (Bardens y Hardwick, 1968). En resumen el largo de fémur aumenta rápidamente durante el crecimiento mientras los músculos citados retrasan su crecimiento y tiran del fémur ayudando a la subluxación coxofemoral.



Frecuencia de la displasia

Fluckiger, en 1995, dice que después de desarrollar un programa de control de la displasia durante 24 años el porcentaje de animales afectado sigue siendo muy alto por no estudiar y controlar el estudio de la progenie.

La frecuencia de displasia ha decrecido en el Pastor Alemán del 35% al 21%. En el Rottweiller del 36% al 18%, en el Labrador del 25% al 15% y en el San Bernardo en cambio persiste en el 60%; estos datos son aportados por Swenson entre 1987 y 1997.

Sintomatología

El diagnóstico de la displasia se basa en la información del dueño sobre el comportamiento, más los signos clínicos y datos radiográficos.

Los síntomas clínicos sólo pueden ser definidos en general puesto que varían mucho de un individuo a otro e incluso pueden estar ausentes durante toda la vida del animal en un gran número de casos. También sucede que en el perro que presenta síntomas clínicos es difícil predecir el curso que seguirá la enfermedad y sus consecuencias.

A partir de los seis meses, y a veces antes, el diagnóstico radiográfico tiene gran valor en el diagnóstico bien con la radiografía standard o con el sistema PEENHIP (Gail Smith, 1998).

Síntomas en el cachorro de 3 a 4 meses

Los cachorros pueden presentar dolor a la palpación de las caderas o caminando o bien si el dolor no es muy acusado sólo manifiestan alteración en el paso al caminar con simple debilidad del tercio posterior o caminan lentos para utilizar sus miembros posteriores sin dolor. También tiende a sentarse con frecuencia y si está con otros cachorros interviene menos en sus juegos.

En la postura de estación y visto por detrás parece tener caderas muy anchas, hundido y musculatura débil, con extremidades unidas por los corvejones e incluso las cruza, es un aspecto "desmañado", y en este estado las lesiones internas de la articulación se van desarrollando (sinovitis, aumento de liquido sinovial aumento del tamaño del ligamento redondo y lesiones del cartílago articular).

Si el movimiento le causa dolor camina remetiendo las extremidades posteriores bajo el abdomen y mueve mucho las caderas de un lado a otro y corre como un conejo haciendo saltar sus extremidades al mismo tiempo hacia delante y lo mismo ocurre al subir escaleras.

En razas muy grandes como San Bernardos o Rottweiller les causa hiperextensión de los tarsos para limitar la longitud de la zancada y evitar el dolor.

La musculatura de las extremidades posteriores es débil mientras la de los miembros anteriores está muy desarrollada porque mecánicamente balancea el cuerpo hacia delante.



Síntomas en el cachorro de 4 a 6 meses

A esta edad el cachorro puede tener un rápido crecimiento y gran actividad física, por lo que el dolor se hace evidente y se tumba dejándose caer. Clínicamente hay cambios en el borde acetabular con retraso en el borde acetabular en la conversión de fibrocartílago a cartílago hialino alterado por las fuerzas de carga sobre este hueso ocurriendo microfracturas dolorosas además del stress que sufren la cápsula y el ligamento redondo.

Síntomas en el cachorro de 6 a 12 meses

En este periodo puede ser evidente la laxitud de la cápsula articular tanto radiográficamente como por palpación por las pruebas de Ortolani o la de Barden o bien la radiografía standard y la de Stress.

El dolor a la palpación es frecuente o bien caminando, cuyo paso es característico como el denominado "corre como un conejo" y cimbrea la cadera.

Síntomas en el perro adulto

Osteoartrosis que causa dolor después del ejercicio prolongado o brusco con alteración de los músculos en el ejercicio y presencia de sinovitis y pasos cortos y, como el movimiento de la cabeza femoral dentro del acetábulo está disminuido, utiliza al máximo la articulación lumbo sacra y tiende a sentarse con gran frecuencia en lugar de mantenerse en pie y al mismo tiempo presenta atrofia muscular de los muslos.

Diagnóstico radiográfico

La posición usual para el diagnóstico de la displasia de cadera es la radiografía ventrodorsal para lo cual el perro debe estar situado en decúbito supino realizándola anestesiado si la radiografía fuera realizada para un control oficial. Los fémures completamente extendidos caudalmente, paralelos uno con otro y cerca de la mesa tanto como sea posible (30 grados con respecto a la mesa) y las rodillas rotadas internamente y permitiendo que las rótulas estén centradas en la gotera femoral. El perro reposando sobre la "cuna de displasia" para mantener el equilibrio que dará lugar a la simetría anatómica que se requiere y veremos el canal pélvico redondo y los forámenes simétricos y los cuerpos de ilion iguales de ancho. En perros grandes y pesados como Rottweiller y similares una persona tendrá que presionar las rodillas y el tercio superior de las tibias para lograr la posición correcta, porque en caso contrario saldrán los fémures colocados divergentes alterando la posición correcta comentada ya que cualquier oblicuidad del cuerpo del perro alterará la apariencia de las estructuras anatómicas comentadas.

La valoración de la articulación a través de la radiografía se hace de manera que la cabeza femoral está fija en el acetábulo y ello determina la calidad de la articulación, en estado normal el centro de la cabeza femoral está localizado medial a una línea que se extiende caudalmente desde el borde cráneo dorsal acetabular y dibujada paralela a la columna.

Otro método de valorar la bondad de la colocación de la cabeza femoral es la medida del ángulo de Norberg que debe ser de 105 grados (ángulo formado por una línea que une ambos centros de las cabezas femorales y otra línea que va del citado centro al borde craneal del acetábulo).

La congruencia articular puede observarse por el arco del borde acetabular y el correspondiente arco de la cabeza femoral que sean congruentes en un arco de 60 grados, lo cual significa un buen asentamiento de la cabeza femoral en el acetábulo.
Cuando se trata de conseguir un diagnóstico radiográfico de la displasia se investigan los siguientes caracteres:

•    Subluxación de la articulación coxofemoral.
•    Remodelación de la cabeza femoral.
•    Signos de osteoartrosis en la articulación.
•    Aplanamiento del acetábulo.
•    Cambios en el borde acetabular.



Clasificación de los grados de displasia según la F.C.I.

Aunque para un tratamiento clínico no tiene importancia tal clasificación la recordaremos someramente para completar el presente tratado.
Ningún signo de displasia o libre o "A".

•    La cabeza femoral y el acetábulo son congruentes.
•    El borde craneolateral aparece puntiagudo y ligeramente redondeado.
•    El espacio articular es estrecho y uniforme.
•    El ángulo acetabular según Norberg está alrededor de 105 grados (como referencia).
•    El borde craneolateral circunda la cabeza femoral un poco más en dirección laterocaudal.
Caderas casi normales, fast normal, borderline o "B".
La cabeza femoral y el acetábulo son ligeramente incongruentes y el ángulo acetabular de Norbeg está alrededor de 105 grados o el centro de la cabeza femoral está en posición interna con respecto al borde dorsal del acetábulo y éste y la cabeza son congruentes.
Displasia leve, notch zuggelasen, ligera o "C".
•    La cabeza femoral y el acetábulo son incongruentes.
•    El ángulo acetabular de Norberg es aproximadamente de 100 grados y/o hay un borde craneolateral ligeramente aplanado.
•    Pueden presentarse irregularidades o ligeros signos de cambios osteoartrósicos del margen acetabular craneal, caudal o dorsal o sobre la cabeza o cuello femoral.
Displasia moderada, media o "D".
•    Clara incongruencia entre la cabeza femoral y el acetábulo con subluxación.
•    El ángulo acetabular de Norberg es algo mayor de 90 grados (sólo como referencia).
•    Aplanamiento del borde craneolateral y/o signos osteoartrósicos.
Displasia severa, grave o "E".
•    Marcados signos displásicos en las articulaciones coxofemorales como subluxación destacada.
•    El ángulo acetabular de Norberg es menor de 90 grados.
•    Claro aplanamiento del margen acetabular craneal.
•    Deformación de la cabeza femoral.
•    Otros signos de osteoartrosis.

Conclusiones

Cada caso de displasia no es igual a otro porque se ven lesiones en radiografías y el perro saltando y corriendo, incluso cazando y otros cuya lesión en radiografía es leve y en cambio muestran dolor y cojera notable, y en cuanto a la evolución hay animales que se mueren de viejos con su displasia y algunos con cuidados de mantenimiento sin necesidad de aplicar ninguna cirugía. Cada caso debe ser estudiado cuidadosamente sin perder de vista al animal durante su juventud e incluso durante su madurez.

El diagnóstico de la displasia es fácil, el pronóstico variable y el tratamiento depende de cada caso y de que el dueño entienda bien todos los conceptos que tenemos que manejar en el presente y futuro; a fin de cuentas el dueño decide por el perro como en todos los casos de otras afecciones.

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