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El perro no puede hablar, sin embargo, tiene varios sistemas de comunicación que le permiten transmitir información, unas veces cosas concretas, otras veces emociones, y una mezcla de ambas. El ladrido, aullido o gemido es un sistema de comunicación verbal que conocemos de sobra, y dentro de la comunicación no verbal encontramos el movimiento de la cola y las orejas, la disposición del cuerpo, el lamido… y hoy vamos a hablar de este último.
El lamido es un sistema de comunicación que el perro utiliza para transmitirnos varias cosas. Las 5 más importantes son:
Saludo: Tanto a seres humanos como a otros perros y animales, el perro utiliza el lamido como forma de saludo. No hay duda de lo contento que se pone nuestro perro cuando nos ve: lo primero que hace es intentar lamernos para saludar. Cuando nos lame las manos, también es una señal de lealtad y de afecto.
Exploración: El lamido en el saludo también es aprovechado para recoger información de donde hemos estado. No solo nos lame a nosotros, también puede lamer el suelo, objetos e incluso el pipí de otros perros. Esto lo hace para descifrar información del otro perro.
Atención: Cuando el perro está aburrido o quiere algo, puede lamerte para llamar tu atención. Además, si siempre surge efecto, aprenderá a utilizar más el lamido para que le tengas en cuenta en ciertos momentos.
Primeros auxilios: Si tu perro ve una herida, no dudará en lamerla. Ya sea suya o tuya. Existe el mito de que la saliva del perro cura, y no es así. Cuando el perro se lame las heridas no es para curar y sí más bien para limpiar la herida y retirar tejido muerto. Así que no le dejes lamer tu herida porque para ello tenemos medicina específica para este fin.
Hay más razones por las que un perro utiliza el lamido, pero hay una muy potente que no debe pasar nunca por alto, y es cuando el perro utiliza el lamido para canalizar el estrés o ansiedad. Si ves que tu perro lame intermitentemente sus patas, debes preocuparte. Esta obsesión por lamerse las patas deriva de un nivel de ansiedad que debe canalizarse mediante actividad física. Cuando un perro no hace el suficiente ejercicio físico puede desarrollar estrés y para canalizarlo le dará por lamerse las patas obsesivamente. Hay perros que han llegado a dejarse las patas en carne viva, por tanto, soluciona este problema lo antes posible.