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Los problemas respiratorios son preocupantes ya que los perros necesitan mucho oxígeno. Una ligera disminución del oxígeno que inspiran les hace estar cansados y débiles. Además, las enfermedades que pueden causar problemas respiratorios en los perros pueden afectar a otras partes del cuerpo.
Posibles causas:
Los perros de hocico chato, como los pequineses, los bulldogs, los lhasa apsos y los pug suelen nacer con las fosas nasales estrechas y un paladar blando alongado que les dificultan la respiración, especialmente cuando se ponen nerviosos.
El jadeo actúa como un refrigerador para los perros ya que elimina calor del interior del cuerpo y les permite mantener su temperatura corporal entre los 37.5 ºC y los 39 ºC.
En normal que un perro jadee un poco, pero si respira muy rápido y expulsa mucho aire, puede estar sufriendo un golpe de calor, una peligrosa dolencia que hace que su temperatura supere los 40º C. Los golpes de calor también pueden tener otros síntomas, como el babeo, encías de color rojo oscuro o debilidad. Es más habitual en los meses cálidos, pero puede ocurrir siempre que el perro se acalore en exceso, y siempre constituye una urgencia. Si no puede llevarlo inmediatamente al Médico Veterinario, déle un baño frío, riéguele con una manguera o cubra su cuerpo de hielo, y acuda a la Clínica Veterinaria lo antes posible.
Muchas veces, la causa de dificultad respiratoria se debe a una insuficiencia cardiaca. Como el corazón es incapaz de bombear la sangre efectivamente, se acumula líquido en los pulmones (edema pulmonar) y se generan problemas respiratorios. En este caso, se deben administrar diuréticos de manera urgente, por lo cual y sobretodo en animales de edad avanzada, es necesario llevar a su mascota al Médico Veterinario lo más pronto posible.
Soluciones:
Respiración Artificial
Si un perro deja de respirar, deberá actuar con rapidez para que sus pulmones vuelvan a funcionar y transporten oxígeno por todo el cuerpo.
1. Coloque al perro de lado con el cuello estirado. Ábrale la boca y estírele la lengua para asegurarse que las vías respiratorias están abiertas.
2. Si sigue sin respirar, ciérrele la boca e insúflele aire con cuidado por la nariz. Repita las acción hasta que empiece a respirar por si mismo o hasta que llegue el Médico Veterinario.