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Gestación y parto en la perra

Categoría: Actualidad

Gestación

 

Es difícil predecir el momento del parto, sobre todo si no sabemos la fecha exacta de la cruza. Por eso, es importante anotar la fecha de la primera monta de los perros, para determinar cuándo será la fecha probable de nacimiento de los cachorros.

 

En promedio, la gestación de la perra dura 60 días, con un rango que va desde los 58 a 63 días. Todo esto es muy relativo, pero si la hembra sobrepasa los 64 días de gestación, es recomendable consultar a un Médico Veterinario.

 

Saber si una perra está preñada o no, no es tan fácil de detectar a simple vista. Los signos físicos suelen evidenciarse sólo hacia el último tercio de la gestación, como son el abultamiento del abdomen, el aumento de las glándulas mamarias y el cambio de color de los pezones que se tornan más rojizos.

 

Las hembras caninas suelen presentar cambios conductuales al inicio de la gestación, los cuales pueden ser variables, por ejemplo: se muestran más cariñosas y tratan de llamar la atención de sus amos; son más irritables con los extraños y con otros perros; se aíslan del grupo familiar o bien, buscan mayor compañía.

 

Entre los 25 y 30 días de gestación es posible determinar si la hembra está preñada,  mediante palpación del abdomen por manos expertas o mediante una ecografía. Ya en la cuarta semana, si la perra es tranquila y no excesivamente gorda, pueden palparse engrosamientos uterinos, correspondientes a cada embrión en desarrollo. Por lo tanto, no sólo se confirma el diagnóstico esperado sino que en ciertos pacientes pueden contarse cuántos cachorros hay. Esto es más sencillo en perras de pequeño tamaño.

 

Hacia la última semana de gestación se pueden advertir los cachorros y sus movimientos, sobre todo cuando la madre está echada sobre uno de sus costados. Para entonces ya debemos disponer de un lugar cómodo y cálido para que ella de a luz a su camada.

 

Una semana antes del parto, la perra se muestra por lo general nerviosa, inquieta, hiperactiva, escarba haciendo pozos, preparando el lugar donde va a dar a luz. Algunas perras que están demasiado consentidas, elegirán la cama de sus propietarios para dar a luz, ya que es ahí donde se sienten más tranquilas. Toda esta actividad aumenta en las 12-24 horas previas al alumbramiento. En el momento del parto, la perra elige sitios tranquilos y oscuros y prepara su paridera rompiendo trapos y materiales para darle forma. Es conveniente proporcionarle elementos para que pueda realizar este trabajo, lo más usual es el papel de diario cortado en tiras o lienzos. Es importante también verificar que el lugar elegido sea higiénico, y sin riesgos para los cachorros.

 

La última semana la hembra puede tener una baja en la temperatura rectal de 38°C a 37.5°C, esto puede advertirse en la mañana o al anochecer. Pero 48 a 24 horas del parto la temperatura baja a 37°C, este es el signo más certero de un parto inminente.

 

Además, la vulva aumenta de tamaño, y elimina una secreción transparente y cristalina.

 

Parto

 

En el día del parto habitualmente la hembra no quiere alimentarse, aunque sí bebe agua con frecuencia.

 

Una vez que la hembra expulsa líquidos, la hembra queda tumbada en posición horizontal sobre un lado, con la cara dirigida hacia su abdomen y comienza hacer esfuerzos empujando con fuerza hacia el extremo posterior de su cuerpo. Cuando comienza esta fase, la hembra debe quedar sola en absoluto. La mayor parte de los propietarios, con toda su buena intención, en especial con la perra primeriza, alteran a la hembra al permanecer contemplando su trabajo o hablando en las cercanías y esto sirve, solamente, para retrasar el proceso natural.

 

Los cachorros salen envueltos en membranas opalescentes, llenas de líquido. Pueden presentarse de cabeza o de cola. La placenta y las membranas son ingeridas por la perra, conducta considerada normal y necesaria.

 

El instinto lleva a la perra a rasgar las envolturas del recién nacido, cortar el cordón umbilical y lamerlo repetidamente, estimulando la respiración, circulación y movimiento.

 

El intervalo de parto entre un cachorro y otro, varía de 10 minutos a 2,5 horas, si el período se extiende por más tiempo es conveniente la atención profesional de su Médico Veterinario de confianza.

 

Una vez que la perra tenga sus cachorros, se recomienda que la examine un Veterinario para que verifique que no haya retenido algún cachorro o placenta, que no haya lesiones en el canal de parto, evalúe el estado general de la perra y la presencia de calostro en las mamas, aprovechando también de examinar a los cachorros.

 

Post parto y lactancia

 

El período de la lactancia dura de 6 a 8 semanas. El destete se deberá iniciar hacia la cuarta semana ofreciendo a los cachorros alimento sólido. Así también permitiremos que la madre no sufra tanto desgaste.
Se recomienda no amamantar artificialmente a los cachorros, excepto si lo indica nuestro Médico Veterinario.

 

La alimentación de la perra durante la lactancia puede llegar a triplicar los requerimientos nutricionales habituales. El agua debe estar al alcance próximo y en cantidad suficiente. Durante la lactancia en las perras, se recomienda dar una alimentación de mayor contenido proteico, lo cual satisfacemos administrando un alimento para  cachorros.

 

Respecto a los cachorros, es fundamental mantener calefaccionado el ambiente a una temperatura de 30 - 32°C la primera semana, y de 25 - 28°C la siguiente, ya que el enfriamiento es una de las principales causas de muerte de los cachorros en los primeros días de vida.

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