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El aseo regular es una parte importante del cuidado responsable de una mascota, aunque pueda parecer que tu perro se hace cargo de estas necesidades por sí mismo. Si no tienes una rutina establecida, empieza poco a poco. Intenta una tarea de cada vez. Cepíllala un día. Báñala al día siguiente y córtala las uñas en el otro día. Cuanto más corta una sesión de aseo mejor. El secado es muy importante ya que si tu perro queda húmedo ademas del mal olor puede enfriarse o en pelajes muy densos generar hongos. La temperatura del secador es escencial, ajusta el secador al calor bajo, acostúmbralo de a poco comenzando por secar el tren trasero evitando en un principio la cara y cuidando de no apuntar el secador directamente a su piel, lo ideal es tenerlo a un ángulo, como hace tu peluquera.
Juguetes. Si tu perro está sobreexcitado durante el proceso de aseo, dale su juguete favorito o un juguete masticable para redirigir su atención. Mientras lo secas aprovecha de darle un masaje y mucho cariño.
Ciertas razas tienen necesidades más particulares. Por ejemplo, los bulldogs requieren atención especial entre los pliegues de su cara, mientras que razas de orejas caídas—como cocker Spaniels—son más propensas a infecciones del oído, así que necesitan cuidado específico con la higiene de sus orejas. Habla con tu veterinario para obtener consejos de aseo específicos para tu mascota.
El aseo regular es una parte importante del cuidado responsable de una mascota, aunque pueda parecer que tu perro se hace cargo de estas necesidades por sí mismo. Si no tienes una rutina establecida, empieza poco a poco. Intenta una tarea de cada vez. Cepíllala un día. Báñala al día siguiente y córtala las uñas en el otro día. Cuanto más corta una sesión de aseo mejor. El secado es muy importante ya que si tu perro queda húmedo ademas del mal olor puede enfriarse o en pelajes muy densos generar hongos. La temperatura del secador es escencial, ajusta el secador al calor bajo, acostúmbralo de a poco comenzando por secar el tren trasero evitando en un principio la cara y cuidando de no apuntar el secador directamente a su piel, lo ideal es tenerlo a un ángulo, como hace tu peluquera.
Juguetes. Si tu perro está sobreexcitado durante el proceso de aseo, dale su juguete favorito o un juguete masticable para redirigir su atención. Mientras lo secas aprovecha de darle un masaje y mucho cariño.
Ciertas razas tienen necesidades más particulares. Por ejemplo, los bulldogs requieren atención especial entre los pliegues de su cara, mientras que razas de orejas caídas—como cocker Spaniels—son más propensas a infecciones del oído, así que necesitan cuidado específico con la higiene de sus orejas. Habla con tu veterinario para obtener consejos de aseo específicos para tu mascota.