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La rabia canina es una enfermedad presente en todos los continentes y es causada por un virus. Aunque todos los mamíferos pueden ser infectados con el virus de la rabia, los perros son los principales transmisores de la enfermedad en el mundo. Esta enfermedad es mortal y puede afectar al ser humano. Por eso, todos los países toman medidas para prevenirla y tratar de erradicarla.
La rabia se transmite a través de la saliva de un animal infectado. Normalmente esto ocurre mediante una mordedura. El portador más común de rabia en todo el mundo es el perro, pero cualquier mamífero puede serlo. En ciertos lugares, los gatos son los principales portadores de la enfermedad. Mediante la vacunación podemos controlarla, sin embargo, es imposible erradicar la enfermedad debido a que existen reservorios como es el caso de los murciélagos. Se sabe que el virus de la rabia no dura mucho fuera del cuerpo. Se ha visto que puede permanecer activo en el exterior hasta 24 horas como máximo.
El virus de la rabia tiene períodos de incubación variables en diferentes especies. En el perro varía entre 2 y 8 semanas, pero se puede extender hasta más de un año en algunos casos. Esto significa que una vez que el perro se infectó, en la mayoría de los casos tarda entre 2 y 8 semanas en que los síntomas aparezcan. La enfermedad produce tres fases de evolución características, aunque no siempre se presentan todas las fases.
La primera es la fase prodrómica, la cual se caracteriza por fiebre, cambios de conducta, nerviosismo, ansiedad y aislamiento voluntario del perro. Los perros agresivos pueden transformarse en dóciles y amigables y viceversa. Esta fase suele durar dos a tres días en el perro.
La segunda fase es la fase furiosa. No siempre se presenta, pero es la fase característica de lo que se conoce como "rabia furiosa", la cual dura normalmente entre 1 y 7 días. Se caracteriza por la irritabilidad. Los perros muerden sin razón y, con el progreso de la enfermedad, se muestran desorientados y presentan convulsiones. La muerte se puede producir en esta fase.
La última fase es la fase paralítica. Esta fase tampoco se presenta en todos los casos. Se caracteriza por parálisis de los músculos de la cabeza y cuello, lo que genera que el perro no puede tragar y saliva constantemente. La mandíbula inferior se paraliza dejando la boca abierta, lo que hace pensar al dueño que su perro tiene algo atorado en la garganta. Finalmente, la parálisis afecta al diafragma y el perro muere por insuficiencia respiratoria.
En los humanos, los síntomas suelen aparecer entre tres y seis semanas después de la infección, pero también se han reportado casos de incubación más larga.
No existe ningún tratamiento para la rabia una vez que se han presentado los signos. En estos casos, el individuo afectado está condenado a la muerte.
No obstante, es nuestra responsabilidad y obligación vacunar a nuestras mascotas periódicamente como lo establezca nuestro Médico Veterinario para contribuir al control de la enfermedad.
Finalmente, a pesar de que en Chile está bien controlada la enfermedad, toda persona que es mordida por un perro u otro animal, especialmente si es un animal desconocido o silvestre, debe lavar bien la herida con abundante agua y jabón, y dirigirse inmediatamente a un centro de salud. En caso de considerarse necesario, la persona que fue mordida recibirá un esquema de vacunación preventiva.