Los peligros de la obesidad en nuestras mascotas

Categoría: Perros - Salud

Los antepasados de nuestros perros vivieron en una época en la que no resultaba fácil conseguir comida, y pasar hambre era algo muy habitual. Como especie no eran buenos cazadores, por lo que sobrevivían comiendo cuando tenían la suerte de encontrar algo que llevarse a la boca.  En la actualidad, los perros ya no tienen que preocuparse por la comida, la reciben de parte de sus amos, y cuanto más comen, más felices son.

Si a eso se añade el hecho de que a las personas nos encanta darles golosinas y llenarles el plato hasta arriba, no resulta para nada extraño que el mundo esté lleno de perros obesos.

El exceso de alimento y el desconocimiento de las necesidades nutricionales de los animales han provocado que el 20% de los perros y gatos de la capital ostente sobrepeso, según estudios realizados por la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología (UNICIT).

El aumento de peso en animales como el perro o el gato puede tener "graves consecuencias" para su salud. Diabetes, artritis, hipertensión o incluso asma o la rotura de ligamentos son algunas de las consecuencias que trae consigo el aumento de peso que, al mismo tiempo, supone mayores gastos en consultas veterinarias.

El que un perro engorde un par de kilos puede ser comparable al que una persona gane entre quince a veinte kilos de un día para otro, por lo que sus pequeños cuerpos deben hacer un tremendo esfuerzo para aguantar el peso ganado. Una mascota es considerada obesa cuando su peso corporal sobrepasa en un 15% su peso óptimo.

Un animal de edad avanzada tiene necesidades calóricas un 20% menores que un animal joven y activo.

La obesidad en perros es más común en hembras que en machos y mucho más común en animales castrados que en aquellos enteros, sin depender en este último caso del sexo.

Es un hecho comprobado que la presentación de obesidad en perros cuyos dueños son obesos es mayor, al igual que hay más perros con sobrepeso en los hogares de gente mayor respecto a las casas de dueños jóvenes o de mediana edad. Quizás esta última consideración sea debida al menor ejercicio que la gente mayor puede normalmente realizar, junto con una ingesta de alimento igual o superior a la que consumía el animal cuando era más joven y realizaba mayor ejercicio diario.

Posibles causas de obesidad en las mascotas

• Comer en exceso, está claro que la causa principal del sobrepeso es comer demasiado. Además, algunos de los alimentos comerciales son ricos en grasas, no porque los perros necesiten todas estas calorías extras, sino porque las grasas les dan un sabor agradable.

• Falta de ejercicio, muchos perros solo queman energía cuando van hasta su plato de comida. Los dueños tampoco tienen mucho tiempo o ganas de hacer ejercicio, lo que significa que los perros dan pocos paseos.

•  Desequilibrios hormonales, los perros pueden ganar peso si producen poca cantidad de hormonas tiroideas, que son las encargadas de regular el metabolismo del cuerpo. Conforme desciende el nivel de estas hormonas, los perros empiezan a ganar peso. Esta enfermedad, llamada hipotiroidismo, puede ser bastante grave. Sin embargo, una vez que se diagnostica resulta fácil de tratar dando al perro un suplemento de hormonas tiroideas. Otra enfermedad metabólica es el hiperadrenocorticismo, en donde se observa, producto de la mayor circulación principalmente de cortisol ("hormona del estrés"), una distensión del abdomen acompañado de otros signos.

Soluciones

Se debe acudir a un Médico Veterinario para que éste realice un programa especial para bajar de peso  a su mascota, debemos tomar en cuenta que al igual que los seres humanos con sobrepeso, las dietas y ejercicios deberán ser adaptados de acuerdo a la condición individual de cada mascota.

• Alimento bajo en calorías, este tipo de alimento, está disponible en Clínicas Veterinarias o Pet Shops especializados. Hay distintas marcas en el mercado, Mascotas Online recomienda Vitalcan V37, un alimento especialmente formulado y elaborado para caninos adultos con sobrepeso, de actividad física reducida o castrados y recomendado para aquellas razas genéticamente predispuestas a la obesidad (Labrador, Golden Retriever, Basset Hound, Beagle, Pastor Escocés, Shetland y varios Terrier pequeños). Su balance en proteína-grasa-fibra asegura una adecuada nutrición, y la presencia de L-Carnitina favorece al metabolismo de lípidos y ácidos grasos.

• Ejercicio, el ejercicio en las mascotas depende directamente del animal que tengamos. En el caso de los perros, debemos aumentar el tiempo de las caminatas o de los juegos diarios. En el caso de los gatos, es más difícil hacerlo bajar de peso con ejercicios, por el poco tiempo que permanecen despiertos, de todas formas es recomendable ejercitarlo, pero acompañado de una dieta.

• Tratar con juguetes, los gatos son muy juguetones, si nuestro gato reacciona favorablemente al estímulo con juguetes, dedicará una mayor parte del tiempo a estas actividades. Incluso un gato flojo se puede animar por un nuevo juguete.

• Pesar a la mascota, es aconsejable pesar a la mascota regularmente, a fin de observar si sufre alzas de peso y así tratarla de forma adecuada y oportuna. Los perros suelen engordar tan despacio que sus dueños no notan nada distinto. Algunas personas pesan a sus perros todos los días (lo cual es muy fácil si tienen un Poodle, pero no tanto si se trata de un Gran Danés). Todas las razas son distintas, pero una manera fácil de saber si su perro está en su peso ideal es palpando las costillas y las vértebras (sobretodo las lumbares). Hay que notarlas sin tener que ejercer presión sobre el tejido muscular que las rodea.

• Establezca horarios de comida regulares, para el dueño, resulta muy cómodo dejarle el plato lleno al perro para que coma cuando quiera. Algunos perros regulan su ingesta, pero otros se acaban todo el plato de una vez e incluso piden más. En lugar de dejarle la comida a su disposición, los Médicos Veterinarios recomiendan establecer dos comidas regulares diarias, en el caso de perros adultos.

Es importante dejar en claro que un perro gordo no es un perro sano, y por lo tanto, tampoco es un perro feliz. La obesidad causa múltiples trastornos tanto ortopédicos como metabólicos, y los dueños de mascotas deben hacerse responsables por la salud de su perro. Asesórese por un Médico Veterinario para que le aconseje sobre un adecuado plan de  nutrición para su mascota.