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Por que ladran los Perros

Categoría: Perros - Comportamiento

Los perros que ladran continuamente son un verdadero problema, especialmente en las zonas urbanas más densamente pobladas, pero lo importante es saber que existen soluciones.

Ante todo resultan una molestia para los vecinos, pero también son un problema para sus propietarios, pues las disputas de vecindad que un perro ladrador origina casi siempre conducen a la petición de limitar los ladridos a determinadas horas del día o incluso a la prohibición de los mismos, lo cual, por motivos obvios, es completamente absurdo.

El perro se aficiona muy precozmente a esta forma de expresión que tanto saca de quicio a sus propietarios. Y si al perro joven que ladra mucho y fuerte no se le reprime a tiempo, sus manifestaciones sonoras se incrementarán progresivamente con el paso de los años.

La causa de que los perros ladren no es otra cosa que el medio que utiliza este animal para comunicarse a grandes distancias, las causas de que el perro haga excesivo ruido pueden estar entre las siguientes:

-El perro ladra para captar la atención de otros perros o personas. Si ve que surte efecto y le prestan la atención que buscaba, el perro pone de nuevo en práctica este método en las demás ocasiones que se presenten.

-El perro puede ladrar cuando oye la voz de sus congéneres, a modo de respuesta.


-Los ladridos del perro también pueden significar amenaza: cuando hay moros en la costa, es decir, cuando otros perros pasan por su territorio o algún extraño quiere penetrar en sus dominios, o bien el perro oye sonidos o detecta olores que le inquietan, su reacción natural es comenzar a ladrar. El perro se siente útil como guardián al avisarnos de la amenaza de un peligro, cuya proximidad a nosotros, evidentemente, no hemos percibido.

Lo que con frecuencia motiva las largas serenatas de ladridos es el sentimiento de abandono y la necesidad de cobijo. En este caso, los ladridos significan una llamada a la solidaridad, aunque a veces tengan una connotación negativa (por ejemplo, insultos).

Así se explica que los perros que están atados y los que viven en las perreras se pasen el día ladrando: no hacen otra cosa que pedir un poco de compañía.
Los ladridos fuertes, por otra parte, también pueden expresar alegría desbordante, entrega entusiasta o excitación, por ejemplo, ante la perspectiva de un juego, o un afectuoso saludo.


 
Como lograr que el perro no ladre

  • Responder al perro con calma y voz baja, nunca excitados ni gritando.
  • Antes de intervenir, dejar que el perro ladre una o dos veces.
  • Desviar la atención del perro llamándole por su nombre para que acuda a nuestro lado.
  • Agradecerle al perro con alabanzas que nos haya avisado.
  • Pedirle al perro que realice el ejercicio de sentarse y felicitarlo después.
  • Llamar al perro para que acuda y se eche  (si hace falta, presionándole en la zona abdominal).
  • Mantenerle el hocico del perro cerrado con la mano.
  • Al mismo tiempo, hacer ¡chiisss¡ llevándonos el dedo índice a los labios.
  • Repetir este chiisss¡ cada vez que el perro pare de ladrar, y a continuación felicitarlo.
  • Desviar la excitación que el perro desahogaría ladrando hacia algún juego, unas caricias o alguna recompensa.

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