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Conociendo las tortugas de agua

Categoría: Otros - Tortugas de Agua

 

La tortuga de agua es una mascota relativamente común en nuestro país. Su simpatía y bajo costo la hacen atractiva para muchos niños y adultos. Sin embargo, su bajo costo de adquisición no se correlaciona con la inversión que debiera hacerse para cubrir sus necesidades de mantención en cautiverio. Atraídos por esta mascota, muchos propietarios no saben que una buena mantención en cautividad puede ser mucho más costosa de lo que imaginaron al adquirir al animal.

 

Características generales

 

La especie de tortuga de agua que más se vende en Chile y a la cual nos referiremos corresponde a Chrysemys scripta elegans. Esta es una tortuga de tamaño mediano (12 a 28 cm de largo), presenta estrías de color amarillo brillante en su caparazón, patas y cabeza. Estas marcas son más evidentes en los individuos jóvenes y van palideciendo con la edad. La mayoría de su cuerpo es verde, pero posee un área distintiva de color rojo a cada lado de su cabeza. El plastrón (parte ventral del caparazón) es primariamente amarillo con unas manchas oscuras sobre cada placa.

 

Generalmente se venden cuando alcanzan un tamaño de 10 cm de largo de caparazón, el cual se alcanza entre los 2 y 4 años de edad. A esta edad los machos generalmente ya han alcanzado la madurez sexual. Las hembras en cambio, alcanzan este estado entre los 5 y 7 años de edad con una talla aproximada de 13 cm de largo).

 

Diferenciar un macho de una hembra es relativamente fácil, ya que esta especie presenta dimorfismo sexual. Los machos tienden a ser más pequeños que las hembras y sus colas son más largas, así como también las uñas de las extremidades anteriores.

 

Esta especie es originaria de Estados Unidos, donde ocupa un área que va desde el valle del río Mississippi hasta el golfo de México. Esta tortuga habita en sistemas de aguas dulces, ya sean estos lagos, lagunas, arroyos o pantanos. Prefiere las aguas tranquilas de fondos suaves con abundante vegetación acuática y numerosos sitios para asolearse. Aunque son excelentes nadadoras, pasan mucho tiempo asoleándose sobre rocas, sobre todo en las horas de más calor.

 

Alojamiento

 

Antes de adquirir una tortuga de agua como mascota es muy importante conocer los requerimientos de este animal en cuanto a su alojamiento. Las tortugas de agua requieren de una piscina de agua tibia para nadar y de un área seca donde reposar y tomar sol. Esto último es extremadamente importante, pero generalmente es obviado por los propietarios, quienes las mantienen en acuarios llenos de agua con escasa superficie donde reposar.

 

Una buena alternativa es comenzar con un estanque de 80 litros, ya sea éste de vidrio o plástico. El vidrio tiene la ventaja de que es más estético y permite verlas nadar.

 

El agua debe tener una profundidad de al menos el ancho de la tortuga de mayor tamaño, de manera que le permita volver a su posición normal en caso de darse vuelta.

 

El área de reposo debe ser de al menos cuatro veces el tamaño de la tortuga y puede consistir en plataformas de vidrio pegadas a la pared del estanque con silicona, o bien rocas grandes y planas. No deben usarse rocas rugosas ya que estas pueden causar lesiones en los caparazones, favoreciendo infecciones bacterianas y fúngicas.

 

La temperatura del agua debe mantenerse entre 24° y 29° C, para lo cual pueden usarse calentadores de acuario especialmente diseñados. Es ideal contar con un termómetro para monitorear la temperatura del agua y considerar que ésta es generalmente alrededor de tres grados menor que la temperatura ambiental. Los termómetros de vidrio no son recomendables, ya que las tortugas podrían ingerirlos en forma accidental.

 

La temperatura del aire debe mantenerse entre 24° y 29° C, siendo a veces necesario suministrar calor radiante, ya sea con ampolletas de 50 - 100 W o ampolletas de luz UVB. Las ampolletas deben colocarse sobre el área en que el animal se "asolea" y no deben estar a menos de 60 cm de distancia, para evitar quemaduras.

 

La ampolleta de luz UVB es más necesaria en los casos en que el animal no tiene acceso a la luz solar directa. Sin embargo, aunque se use este tipo de luz, siempre es recomendable exponerlas a la luz solar directa, sacándolas a "tomar sol" en días soleados. El acuario nunca debe exponerse directamente al sol ya que se produce un "efecto de lupa", el cual podría literalmente "freír" a los animales dentro de él.

 

La limpieza del tanque es fundamental para la buena salud de sus habitantes. Debe considerarse que mientras más simple sea el hábitat, más fácil será limpiarlo, por lo que deben evitarse la arena y las piedrecillas de acuario. Estos elementos dificultan su limpieza y desinfección, además pueden ser ingeridos por los animales y causar problemas de obstrucción.

 

El agua limpia es crucial para una buena salud. La mejor forma de lograrlo es con cambios frecuentes de agua. Existen sistemas de filtración que pueden reducir la frecuencia de los cambios de agua, pero no eliminan la necesidad de realizarlos. Al hacer los cambios es importante considerar que la temperatura del "agua nueva" debe ser la misma que la de la recién cambiada, ya que cambios bruscos en la temperatura podrían matar a las tortugas. Una práctica útil para mantener el agua limpia por más tiempo, es alimentar a los animales en un tanque separado, dejándolos en él por una o dos horas, después de las cuales son enjuagados y devueltos al estanque original. Este procedimiento permite eliminar los restos de comida y disminuye la contaminación por deposiciones, ya que generalmente defecan después de comer.

 

Alimentación

 

Los requerimientos nutricionales de las tortugas no han sido bien estudiados, por lo cual la información existente es sólo empírica. Por esto los animales alimentados exclusivamente en base a productos comerciales formulados "especialmente para tortugas", generalmente presentan problemas y no alcanzan un nivel óptimo de salud.

 

En su ambiente natural estos animales se alimentan de lombrices, crustáceos, pequeños peces invertebrados, insectos, algas y otros vegetales. Aunque se considera a esta especie como omnívora, en las primeras etapas de su vida es esencialmente carnívora, aumentando con la edad la proporción de vegetales en su dieta hasta casi un 50%.

 

En cautiverio lo más recomendable es proporcionar una dieta muy variada, que incluya en su mayoría animales enteros tales como lombrices de tierra, babosas y pescado. Luego y en menor cantidad, alimentos comerciales para tortuga (que no sean insectos disecados), pequeñas porciones de carne, huevo, vísceras o pollo, vegetales, tales como: lechuga, acelga, zanahoria, alfalfa y algo de frutas, como manzanas, naranjas, uva, melón, y plátano.

 

En cuanto al pescado, éste debe preferirse en estado fresco al congelado, ya que en este último se desarrolla la enzima tiaminaza que destruye a la vitamina B (tiamina), pudiendo causar deficiencias. Debe entregarse picado, pero sin eviscerar. Si se usan insectos, éstos deben criarse artificialmente para asegurar que estén libres de parásitos y pesticidas.

 

El alimento debe entregarse diariamente a los juveniles y día por medio a los adultos. Se recomienda suplementar la dieta una o dos veces por semana con vitaminas y minerales, para lo cual existen diversos multivitamínicos específicos para tortugas en el mercado.

 

Enfermedades y otros peligros

 

La mayoría de las enfermedades a las que se enfrentan estos animales son el resultado de malas prácticas de manejo y nutrición (generalmente dietas muy ricas en proteína, deficientes en vitamina A y Calcio), infecciones parasitarias y traumas (caídas bruscas desde las manos de los niños o mordeduras del perro de la casa).

 

Es importante observar a los animales diariamente para poder advertir en forma temprana signos de enfermedad tales como: ojos cerrados, hinchados u opacos, respiración con la boca abierta, inflamación de las mejillas, mucus alrededor de la nariz o boca, heces diarreicas, disminución del apetito, inactividad, manchas en el cuerpo o caparazón, y ablandamiento de éste. Todos ellos requieren de atención veterinaria especializada.

 

La tortuga de agua no es una mascota apropiada para niños pequeños. Su alimentación y cuidados son más complicados de lo que generalmente se piensa. Sin embargo, cuidadas con responsabilidad pueden vivir muchos años (35-70, e incluso más) brindándonos su simpática compañía.

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